Anhelo Profundo
Danza bella dama,
Déjate fluir, oscilante,
doblega las olas salvajes.
Duerme después, tranquila,
a la deriva del mar doblegado.
Y sueña, mi niña, sueña;
entre sirenas y albatros,
que tu pirata sin tierra
vela por ti donde vayas.
No habrá lugar ni frontera
doquiera el viento te empuje,
que dominar no pueda
o mi navío no alcance.
y mi devoción por sextante,
dirijo el "Bahía de Jade"
en pos del faro que anhelo.
Tu alma brillante en el mar,
deslumbra cual astro ardiente
y guía mi tripulación en busca
de aquella por la que muere.
El océano es mi patria
y, aunque en el me hallo inmerso,
no podría desear más gloria
que anclar, al fin, en tus costas.
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